El arranque de un motor diésel puede variar ligeramente dependiendo del modelo de vehículo, pero en general, se realiza de la siguiente manera:
Primeramente, el conductor debe dejar el coche en punto muerto y tener el pie en el pedal del freno para mayor seguridad. Luego, gira la llave en el contacto, lo que activará el sistema de precalentamiento del motor diésel. Esta es una etapa importante ya que permite que las bujías precalienten el combustible, haciendo que el arranque sea más fácil.
Una vez que las bujías se han precalentado durante unos segundos, se escucha un clic, indicando que el proceso ha terminado y que se puede encender el motor. Al girar la llave, se escuchará un sonido diferente al de un motor de gasolina, más grave y ronco que es completamente normal para un motor diésel.
Finalmente, una vez que el motor haya arrancado, será crucial que dejes que se caliente durante un rato antes de conducir el vehículo. El motor diésel necesita una temperatura óptima para funcionar correctamente. En algunos casos, es posible que sea necesario presionar el acelerador ligeramente durante los primeros segundos para evitar que el motor se apague.
En resumen, el arranque de un motor diésel es un proceso relativamente sencillo, que requiere un poco más de paciencia y tiempo que el de un motor de gasolina. Pero siguiendo los pasos adecuados y dándole tiempo al motor para que alcance la temperatura adecuada, podrás disfrutar de un viaje seguro y sin contratiempos.