La marcha atrás es una maniobra indispensable para cualquier conductor, ya que le permite retroceder de manera segura. Sin embargo, realizar esta maniobra no parece sencillo para todos. Aun así, no te preocupes, pues a continuación te explicaremos cómo lograrlo con éxito.
Antes de iniciar la marcha atrás, es importante que te asegures de tener un amplio espacio para maniobrar, que el vehículo esté en punto muerto y que hayas revisado los espejos retrovisores para verificar que no hay obstáculos en el camino.
Una vez preparado, gira el volante completamente hacia el lado hacia el que deseas moverte, y comienza a soltar lentamente el freno mientras presionas el acelerador para que el vehículo empiece a moverse hacia atrás. Al hacerlo, debes estar extremadamente atento a todo lo que sucede detrás del coche, para evitar colisiones con otros vehículos, obstáculos o personas.
Para evitar estas situaciones, debes utilizar de manera adecuada los retrovisores del coche, es decir, mirar por el espejo retrovisor central, así como también por los laterales. Mantén bien fija tu atención en estos espejos y realiza pequeñas correcciones en la dirección del volante, según sea necesario, para asegurarte de que estás siguiendo el camino correcto.
Finalmente, asegúrate de mantener una velocidad moderada y constante, para evitar cualquier tipo de accidentes o imprevistos. En resumen, al realizar la maniobra de marcha atrás, debes asegurarte de tener un amplio espacio para maniobrar, utilizar adecuadamente los retrovisores del coche, girar el volante y mantener una velocidad moderada. Así, podrás hacerlo con seguridad y confianza.