Cuando hablamos de tráfico urbano, nos encontramos con diferentes elementos en la vía pública que modifican la velocidad de los vehículos y aumentan la seguridad de los peatones. Dos de estos elementos son los resaltos y los badenes.
Un resalto es una elevación transversal en la calzada que provoca un cambio en la velocidad del vehículo al pasar sobre él. Los resaltos suelen estar ubicados en zonas de baja velocidad, como por ejemplo, en zonas escolares o en pasos peatonales. De esta forma, se obliga a los conductores a disminuir la velocidad y a estar más atentos a los peatones.
Por otro lado, un badén es una elevación longitudinal en la calzada que se extiende a lo largo de varios metros. A diferencia de los resaltos, los badenes están diseñados para obligar a los conductores a reducir la velocidad durante un tramo más largo. Los badenes suelen ubicarse en zonas de alta velocidad, como por ejemplo en avenidas o carreteras urbanas, con el fin de disminuir la velocidad de los vehículos y aumentar la seguridad de los peatones en las intersecciones.
Tanto los resaltos como los badenes son elementos importantes para la seguridad vial. Al obligar a los conductores a reducir la velocidad, se previenen accidentes y se aumenta la seguridad de los peatones que transitan por las calles. Además, también se reducen los niveles de ruido y las emisiones contaminantes, lo que contribuye a mejorar el medio ambiente.