Una cisterna autoportante es un sistema de almacenamiento de agua utilizado en edificaciones que no cuentan con una conexión directa a la red de suministro de agua. Es una estructura independiente que se encarga de recolectar, almacenar y distribuir el agua de lluvia o de otras fuentes.
Este tipo de cisternas se caracteriza por ser autoportante, lo que significa que no requieren de soportes externos para mantenerse en posición vertical. Su diseño y construcción permiten que sean capaces de resistir cargas externas y mantener la estabilidad estructural necesaria.
Las cisternas autoportantes están fabricadas con materiales resistentes y duraderos, como hormigón armado o acero inoxidable, lo que asegura su vida útil y evita posibles filtraciones o daños a largo plazo. Además, su diseño permite una fácil limpieza y mantenimiento.
Estas cisternas son muy útiles en áreas donde el suministro de agua es limitado o irregular. Al recolectar agua de lluvia, se contribuye a la conservación del agua y se reduce la dependencia de fuentes externas de suministro. Además, su capacidad de almacenamiento puede adaptarse a las necesidades específicas de cada edificación.
En resumen, una cisterna autoportante es una estructura independiente de almacenamiento de agua que se utiliza en edificaciones sin conexión directa a la red de suministro. Su diseño y materiales resistentes garantizan su estabilidad y durabilidad a largo plazo.