El dispositivo antiempotramiento es un sistema de seguridad diseñado para evitar que los vehículos se empotren en la parte trasera de otros. Este dispositivo es obligatorio en algunos vehículos y su uso puede ayudar a prevenir accidentes y minimizar los daños en caso de colisión.
Según la legislación actual, todos los vehículos de transporte público con capacidad para más de nueve pasajeros, incluyendo autobuses y autocares, están obligados a llevar este dispositivo. Esto se debe a que estos vehículos suelen llevar a un gran número de personas a bordo y cualquier colisión puede tener consecuencias graves.
Además, los vehículos de transporte de mercancías peligrosas también están obligados a contar con un dispositivo antiempotramiento. Esto es necesario debido a las características especiales y potencialmente peligrosas de las cargas que transportan.
Por otro lado, los vehículos pesados de transporte de mercancías con un peso máximo autorizado superior a 3.5 toneladas también tienen la obligación de llevar este dispositivo. Esto se debe a que estos vehículos tienen un mayor potencial de causar daños en caso de colisión.
En el caso de los vehículos utilitarios deportivos (SUV) y otros vehículos de gran tamaño, aunque no es obligatorio llevar un dispositivo antiempotramiento, es altamente recomendable debido a su mayor peso y tamaño, que pueden generar daños significativos en caso de un accidente.
En conclusión, los vehículos obligados a llevar un dispositivo antiempotramiento son los de transporte público con capacidad para más de nueve pasajeros, los vehículos de transporte de mercancías peligrosas y los vehículos pesados de transporte de mercancías con un peso máximo autorizado superior a 3.5 toneladas. Aunque no es obligatorio, se recomienda que los vehículos de gran tamaño también cuenten con este dispositivo para aumentar la seguridad vial.